La violencia de la izquierda.

Chile: La violencia de la izquierda.

Por Carlos Toledolabarca.

Mientras las miserias, la muerte, el genocidio azotaban los gulags soviéticos, mientras por las distintas ciudades del imperio izquierdista circulaban samiszdats reclamando por la libertad y la democracia, en latinoamérica y especialmente en Chile nos trataban de imponer ese estilo de vida...

¿ Qué ocurrió cuando la violencia de la izquierda hirió el alma de nuestra Nación ?

¿ Y qué ocurrió cuando los dirigentes izquierdistas trazaron planes e iniciaron acciones enmarcadas en la violencia y el terrorismo?

¿ Había que cruzarce de brazos, cuando estas acciones sobrepasaron la institucionalidad, cuando la justicia fue burlada ?

Con el advenimiento del gobierno de la UP, izquierdistas de todas partes del mundo vinieron a poner su cuota de veneno, brasileños, uruguayos, argentinos, españoles, estadounidenses, guatemaltecos, y entre los de mayor número, cubanos, soviéticos, y alemanes comunistas.

Junto a los izquierdistas chilenos, todos estos elementos desataron su naturaleza ruin y sanguinaria, todos ordenados y dispuestos de acuerdo a una organización meticulosamente establecida, para destruir la democracia y robarnos nuestra libertad.

Sistematicamente la izquierda había incrustado el odio entre con nacionales, odio al jefe, odio al patrón, odio a la autoridad, odio al religioso, odio a todo lo que no se identificaba con la izquierda. Entonces ya en el gobierno, con mejores herramientas, para difundirlo, maniobraron el odio para subyugar a sus adversarios.

Tal como lo proclamo Allende, el no era el presidente de todos los chilenos, por lo tanto la UP no gobernaba para todos los chilenos...

¿ Y entonces el resto de los chilenos qué ?

El único norte de la izquierda fue incitar al desenfreno de sus partidarios, en contra del sistema democrático, en contra de la libertad de resto de la Nación que no compartía sus designios, de tal modo que de resultar victoriosos en su batalla lo único que nos esperaba era el cautiverio, la esclavitud y servir al Estado y su "dictadura proletaria".

Ahora bién, desde el mismo momento que esta realidad se torno dramática y concluyente para los destinos de la mayoría de la Nación, el único propósito que nos animo a quienes nos opusimos a la izquierda, fue proteger el derecho a emprender, el derecho a la propiedad, el derecho a gobernar nuestras familias conforme a nuestra conciencia, el derecho a educar a nuestros hijos conforme a esos mismos preceptos, el derecho a tener libertad de creer y adorar a nuestro Creador según entendemos sus deseos.

Porque más allá de cualquier otra justificación, la realidad nos mostraba que de apoderarse del poder total, la izquierda, lo único que nos podía ofrecer era conculcar cualquier tipo de libertad...

¿ Existió alguna chance de detener o superar los propósitos de la izquierda sin la intervención de la FF.AA., y de Orden ?

Nunca existió esa posibilidad.

Los siniestros planes de la izquierda, incluían doblegar y eliminar a los potenciales enemigos al interior de las FF.AA., y de Orden, tenían ya convencidos a cientos de oficiales y suboficiales y también conscriptos de que, llegado el momento, ellos deberían asumir la conducción de las nuevas FF.AA., del "pueblo".

La izquierda y su gobierno, lo único que hicieron fue desarrollar un entero plan, cuyo objetivo era el dominio y uso del poder en favor de su "supremacía". Por lo tanto, todo era cuestión de tiempo, una guerra civil con fuerzas armadas descabezadas o divididas, con sus miles de muertos aseguraba el triunfo de la izquierda.

Lo que nuestros insignes soldados hicieron fue adelantarse, lo que nuestros héroes llevaron adelante fue la acción más noble y heroica que se pueda recordar después de lograr nuestra Independencia del yugo español, en 1973 nuestros soldados y carabineros nos liberaron del yugo izquierdista...

Acción en la que nosotros los civiles, por nosotros mismos, jamás habríamos alcanzado victoria alguna.

Nosotros la ciudadanía chilena, somos gente de paz, somos gente crédula, gente confiada, tenemos buenos sentimientos, y esto los izquierdistas lo saben y se aprovechan de ello.

¿ Cómo y que armas podríamos haber empuñado en contra de quienes consideramos nuestros compatriotas ?

Sólo nuestras FF.AA., y Carabineros, pudieron mediar en contra de la fratricida y criminal ideología izquierdista. Porque ellos son profesionales leales, personas de honor, con un alto sentido del deber, y por sobre todo...Patriotas.

Sí, nuestros soldados no permitieron que Chile, la Patria que los vió nacer, la Patria que han jurado defender con su propia vida, fuera destruida.

¿ Por qué iban a permitir que agentes extranjeros, con la ayuda de antipatriotas gobernando destruyeran la herencia y el sacrificio legado por millones de nuestros antepasados?

¿ Por qué dejar que estas siniestras y oscuras asociaciones se impusieran por sobre nuestras tradiciones y costumbres ?

La verdad fue que más del 60% de los chilenos apoyamos a las FF.AA., y Carabineros en su pronunciamiento, más del 60% de los chilenos de una u otra manera estuvimos avivando agradeciendo, el golpe de estado que derrocó al tirano y a su gobierno, y la izquierda no podrá jamás esconderla, la historia se preserva y se revela de insospechadas maneras.

Con el advenimiento del GM sus partidarios, sin sectarismo, ni revanchismos, ni odios, quizás con algunos resentidos, nos volcamos a trabajar, a sacrificarnos en favor de reconstruir de levantar la Nación. Tal fue así que casi logramos la más alta meta, salir del subdesarrollo.

No obstante, llenos de esperanza en 1990 pensábamos que la democracia y la libertad era un legado justo que habíamos heredado del GM.

Pero no fue así, porque toda aquella lucha que dieron nuestros soldados y carabineros, para permitirnos avanzar, jamás cambio el derrotero de la izquierda.

Nuestras FF.AA., y de Orden tuvieron que enfrentarse a izquierdistas ideologizados y fanáticos, quienes no han transado jamás un ápice de su ideología y doctrina, hasta el día de hoy su insistencia en imponernos un sistema caduco e ineficiente se hace patente.

Se les reprimió duramente y se derramo sangre, muchos hoy levantan voces, intentando juzgar a quienes se la jugaron y enfrentaron a la izquierda. Y ocurrió que así como fueron expulsados, encarcelados, exiliados, los izquierdistas se replegaron, pero nunca para dejar de enfrentarse al GM, se organizaron clandestinamente, amparados por las sombras, escudándose cobardemente, tras mujeres, ancianos y niños y sotanas, y desataron acciones incruentas de terrorismo, violencia y destrucción, sin importarles la efusión de sangre de ciudadanos inocentes.

Nuestros soldados y carabineros, les hicieron frente, los persiguieron, los reprimieron, los acorralaron, los eliminaron, hicieron cuanto les fue posible, para protegernos, para darnos noches y días de tranquilidad, sin darles tregua.

Las FF.AA., y de Orden aparte de Gobernar la Nación, le ganaron al terrorismo y a la violencia de la izquierda, los obligaron a buscar otros caminos...

Generales, oficiales y tropa valientemente, aún a riesgo de sus propias vidas, hicieron todo lo que fue necesario para asegurar la victoria, informantes, izquierdistas desilusionados, agentes especiales, civiles y uniformados, toda una red que tuvo que sumergirse y llegar a las mismas covachas y refugios de las bandas de terroristas asesinos, todo ello para defendernos, para garantizarnos a la mayoría de ciudadanía de vivir y trabajar en paz.

¿ Qué otra cosa pudieron hacer nuestros soldados y carabineros ?

Y así no tuvieron éxito. Incruentas y duras operaciones secretas, desbarataron boicots, sabotajes, voladuras de torres de alta tensión,atentados dinamiteros, carros bombas, atentados a las personas,etcéteras.

No podrá pasar al olvido de que a pesar de todos los esfuerzos, aún así la izquierda, ha sembrado la destrucción y la muerte, y remarquese, "ha destruido los bienes de sus propios compatriotas, ha destruido la propiedad publica de su propio país, ha segado la vida de sus propios hermanos. La izquierda ha burlado la ley, y todavía sigue impune."

Nuestras FF.AA., y de Orden no hicieron otra cosa que defender su país, sus derechos y sus libertades. Nuestros organismos de seguridad, recibieron un mandato, y cumplieron con su deber.

Hoy, más que nunca podemos comprobar que el izquierdismo no es un juego de niños, ni es una pasión idealista. El izquierdismo es una siniestra y macabra organización, que nos ha llevado nuevamente al cautiverio.

La Nación ha caído en sus manos, y esta vez la perversidad es más extensa. Han corrompido la mente de miles incluso la de muchos que estuvieron con el GM.

El robo, la prevaricación en los poderes públicos, la extorsión, las injusticias, las bandas delictuales, la inmoralidad y las drogas, son parte activa de nuestras vidas, y todo esto con la anuencia de la izquierda., la que concibe que a través de estas perversas y despreciables actividades y formas de vivir se destruirá la "vieja sociedad". que dará paso a la nueva, a la sociedad del "nuevo ser socializado".

Lo cierto es que no se trata de nada más que "una dictadura de la fronda política" dirigida hegemónicamente por la izquierda. Lo mismo que en Cuba, en Venezuela, China, o cualquier lugar donde la izquierda gobierne o co gobierne, eso vivimos en Chile. Cuando se conoce a la izquierda, cuando detenidamente se estudia su comportamiento, sus operaciones, obligadamente hay que concluir:

La única manera de preservar la libertad, la propiedad, el derecho a obrar de acuerdo a la conciencia, es luchar constantemente en contra de la izquierda, es una lucha sin descanso, la nuestra no es una lucha por usufructuar del Poder, sino que es una lucha por poner a los se adhieren al poder, al servicio del Bién Común, y todo cuanto beneficio implique el servicio honesto a la Nación.

Conclusión:

Combatir el izquierdismo es un deber para con la Patria, para con nuestra Familia, para con nosotros mismos, y para con Dios, quien nos dio la libertad de pensar y hacer. El 11 de septiembre de 1973 las FF.AA., y de Orden demostraron ser el muro de contención del izquierdismo, muro que fue derrumbado del que ya casi no quedan trazas.