Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

martes, 23 de diciembre de 2008

Noël




En estas época del año muchos esperamos vivir por un par de horas una tregua y descansar de la contienda. Es el espíritu de la Navidad, el recordar el nacimiento del más grande todos, lo que nos invita a recogernos, a meditar ¿qué hemos hecho, que estamos haciendo, y que haremos?
Lo recordamos a Él a Jesucristo. Si tenemos el espíritu de la Navidad, recordamos a Aquel cuyo nacimiento fue humilde.


Con la  imaginación, contemplamos aquella primera Navidad predicha por los profetas judíos. 
Así como yo, ustedes recordarán las palabras de Isaías: “He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” , que significa “Dios con nosotros”.
Y aquella fue la noche de  las noches,  los pastores se hallaban en los campos y un  ángel del cielo  apareció ante ellos, anunciándoles el nacimiento del Salvador.
También los Reyes Magos viajaron desde el Oriente hasta Jerusalén, “diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle … “Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
“Y al entrar en la establo, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” .


Hemos cambiado, los años pasan en rápida sucesión, pero la Navidad continúa siendo sagrada. Aún hasta el incrédulo se doblega con su espíritu, es el tiempo en que todos cuando existe  un corazón sincero, anhelamos vivir en paz y conciliados.

Son ilimitadas las esperanzas cuando se piensa en la vida de aquella criatura que vino a la tierra para crecer Santo e inmaculado, que vino para redimir a todo el género humano de sus maldades, que se entregó generosamente sin esperar nada a cambio.

Hay que hacer un paréntesis, hay que recogerse, hay que dejar que la generosidad, la caridad, la paz, de la Navidad engalane nuestros corazones, alma y mente. Deseo fervientemente que tantos mis amigos como mis adversarios tengan la mejor de las navidades, y que nos esforcemos no sólo por dar, sino que por poner oído a las palabras de aquel que nació en una "Nochebuena", que sigamos sus pasos, aquel Jesús que nació en Belén del que millones han testificado que "creció en gracia para con Dios y los hombres".

Felicidades  para todos...


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